Por llevar 30 años fieles a su proyecto científico-futurista, por acercarnos a Kraftwerk y demostrarnos que hay más movidas que la reinada por Alaska, porque forman parte de la banda sonora de los que ya no recordamos lo que era la gazte-txartela, porque seguimos volando demasiado alto para ver los muertos,  porque seguimos confiando en las maquinas y en otro mundo mejor, volvimos a bailar la guerra con Aviador Dro celebrando el Día de la Música en Bilbao, nos reencontramos de golpe con nuestra vida como Marty McFly a bordo de su De Lorean y reconocimos que nos sigue dando miedo volar, por supuesto.