A veces nos preguntamos por qué las cosas a las que estamos acostumbrados tienen que tener una forma determinada. Cierto es, que el diseño de los objetos y las máquinas tienen una razón de ser, pero en algunas ocasiones las normas y los códigos están para saltárnoslos.
Esto mismo se cuestionó Ludwig Rensch, cuando decidió crear Paper, mucho más que una impresora. Si todas las impresoras tienen una forma parecida, ¿por qué no crear algo diferente pero con las mismas prestaciones?. Así nació Paper, la impresora que contiene un rollo de papel posicionado verticalmente, en vez de hojas sueltas dentro de un diseño minimalista. Pero no por parecer sencilla tiene menos prestaciones, ya que Paper también es un scaner y una copiadora.
A nosotros nos recuerda inevitablemente a aquel Cinexin que teníamos de pequeños. No lo podemos remediar, somos diseñadores caprichosos, y si una herramienta de trabajo nos parece tan chula como un juguete, ¡mejor que mejor!.
Vía / Xataka