Si pudiésemos contemplar como nuestro rostro se va transformando poco a poco con la eterna levedad del tiempo como único testigo, quizás comprendiésemos que ese proceso es el de nuestra propia existencia, tan efímera como nosotros mismos.
Tan sólo necesitas 5 minutos de tu tiempo para comprobarlo.
Una imagen, un vídeo, vale más que mil palabras. Danielle, una niña, un proyecto, con el que Anthony Cerniello, recrea el proceso de envejecimiento. Una genial idea que nos transporta por las etapas de la vida.
Y de regalo una banda sonora para satisfacer los oídos más exigentes.