Como todos los años llega el Verano, el calor, y con ello las pocas ganas de trabajar o de irte de vacaciones.
Seas de los que te vas de vacaciones o no, la estación estival cuenta con muchos días que a buen seguro da tiempo para hacer muchas cosas. La gente de gráffica nos ofrece una interesante lista de cosas que podemos hacer en Verano al disponer de más tiempo y que normalmente el resto del año no tenemos tiempo de hacer:
- Aprovechar para rediseñar tu espacio vital… Y disfrutarlo.
- Ordenar el disco duro y organizar todas esas fotos que haces durante el año y se pierden como lágrimas en la lluvia.
- Componer tipografías con elementos de la naturaleza.
- Caminar por la orilla del mar. Observar las formas que dibuja el agua al aterrizar en la arena. Opcional el hacer un vídeo.
- Leer revistas para luego realizar un bonito collage con ellas.
- Robar piedras de la playa para tu colección privada. Opcional pintarlas o hacer esculturas con ellas.
- Ordenar tu estudio, ordenar tu escritorio, ordenar tu casa, ordenar tu armario, ordenar tus libros, ordenar tu vida.
- Pasear por los contenedores para localizar un reliquia que luego restaurarás… O no.
- Enmarcar alguno de esos carteles que tienes ahí guardados. Antes hay que divertirse seleccionando los que más te gustan.
- Actualizar tu portfolio.
- Hacer una lista de cosas que te gustaría hacer a partir de septiembre. Es importante disfrutar haciéndola y ser consciente de que la mayoría de las cosas no las harás para evitar posteriores frustraciones.
- No entrar en Facebook. De verdad, que se puede disfrutar de estar en un lugar sin decirle a Facebook que estás ahí… Si es de verdad tu amigo, lo tiene que entender.
- Realizar una serie fotográfica de ‘algo’… Evitar las series de pies en la playa.
- Pasear por cualquier ciudad fotografiando aquellos rótulos que te gusten.
- Modelar con barro.
- Aprovechar para hacer un curso online de ese programa que no acabas de controlar.
- Aprovechar para ver exposiciones.
- Aprender caligrafía
- Diseñar tu propia letra (una de las cosa que hay que hacer como diseñador junto a lo tradicional -árbol, niño, libro-)
- Cortarte la barba de hipster
- Montar un vídeo con aquello que te guste por el placer de montarlo.
- Leer literatura, leer biografías, leer poesía, novela negra, leer sobre diseño, arquitectura, arte… Leer.
- Hacer cosas con madera.
- Experimentar con nuevos materiales.
- Escribir una carta a mano y enviarla.
- Escribir un diario de verano no tanto de lo que haces sino de lo que sientes cuando lo haces.
- Caminar sin rumbo por tu ciudad.
- Ir a cenar a la playa, sin reservar en ningún restaurante. La arena es inmensa y la luna y las velas pueden crear una excelente atmósfera de luces indirectas.
- Ir al cine de verano. No prohíben que puedas entrar con el cojín.
- Tirar todas esas cosas que no te hacen falta y ocupan un espacio innesario además de complicarte la vida cada vez que intentas buscar lo que realmente te hace falta.
- Mirar al cielo mientras se buscan formas con las nubes.
- Cantar canciones mientras lees sus letras.
- Disfrutar del silencio absoluto.
- Sentarte y dibujar lo que ves.
- Quedar con esa persona a la que siempre tienes ganas de ver pero nunca acabas viendo.
- Ver documentales y comentarlos después con tus amigos.
- Recordar esos momentos que te hicieron feliz y escribirlos.
- Ver todos los capítulos de esa serie que quieres ver. Mejor si lo haces sin piratearla y con los víveres necesarios para su disfrute.
- Quedar con los amigos, sin planes, sin horarios. Y sin móviles.
- Bañarse en un río.
- Ir a un concierto al aire libre.
- Pasar varios días sin móvil, ni reloj.
- No hacer nada… Absolutamente nada.
- Hacer listas de música según estados de ánimos. Sí, como las de Spotify pero tuyas.
- Subir al coche sin tener un destino fijo y que el día te lleve…
- Pensar/No pensar.
- Tocar la barriga de tu gato, el lomo de tu perro, la cabeza de tu periquito o lo que sea que tengas por acompañante. Tocar.
- Pasar de todos aquellos planes de los que te apetece pasar.
- Besar. Enamorarte.
- Ir en bici por lugares inusuales.
- Pasar al menos un día contigo mismo y disfrutarte.
- Beber un buen vino o una buena cerveza.
- Jugar a algo al aire libre.
- Sumergirte en el agua para explorar el fondo del mar.
- Hacer ejercicio y dejar la mente en blanco mientras sientes lo que es capaz de hacer tu cuerpo.
- Darle una sorpresa a alguien.
- Rodearte de naturaleza y observar sus formas.
- Descubrir música, descubrir cine, descubrir libros, descubrir arte. Descubrir.
- Viajar, aunque sea a un lugar cercano por el placer de sentirte extraño.
- Reciclar algo y sentir el orgullo del DIY do it yourself.
- Decirle a alguien lo mucho que lo quieres o lo mucho que lo echas de menos.
- Bailar y dormir bajo las estrellas.
- Hacer el pino o una voltereta en el agua.
- Ir de turismo para no ser un turista.
- Hablar bajo un árbol hasta bien entrada la noche.
- Dejar que la vida te lleve.
- Surcar los mares, en barco, colchoneta o ‘haciendo el muerto’.
- Caminar descalzo por la arena. Caminar descalzo.
- Sincerarte con alguien. Pero de verdad.
- Ir al mercado y cocinar una nueva receta con tu música favorita. Si bebes vino o cerveza mientras tanto dicen que el plato sale más rico.
- Visitar tu antiguo barrio o escuela.
- No tener horarios.
- Ir a tu pueblo, si no tienes pueblo sirve cualquier pueblo. Es más, quizá te apetezca más otro pueblo.
- Plantar algo y regarlo para oler a tierra mojada, si puede ser un huerto, mejor.
- Tocar un instrumento, a pesar de que no sepas tocarlo.
- Ir a la playa cuando no haya nadie y recolectar conchas.
- Sentarte en el suelo.
- Ver todas las películas de ese director del que tan bien te han hablado.
- Hablar con desconocidos.
- Dedicarle un día entero sin interrupciones a tu padre, madre, hijo…
- Darte un baño de barro.
- Caminar contando las baldosas.
- No hacerte selfies/ Hacerte selfies.
- Invitar a tus amigos a una fiesta temática, no colgar las fotos en Facebook y no sentirte culpable si las has colgado
- Dormir la siesta.
- Tomarte un mojito o dos.
- Lanzarte en parapente.
- Tomarte un aperitivo a la sombra.
- Esperar el otoño.
- Jugar con pistolas de agua.
- Subir una montaña.
- Disfrutar de un helado.
- Hacer unas brasas para comer algo delicioso… En un lugar seguro 😉
- Cantar una canción con público… Siempre puedes pedirles que sean benevolentes.
- Desandar el camino buscando las huellas.
- No hacer nada que no quieras hacer.
- No hacer a la vez todas las cosas de esta lista.
- Hacer tu propia lista de cosas que te apetece hacer.
- Hacer una lista de lo que no quieres hacer.
- No hacer ninguna lista.
Si estás leyendo esto último, es que has sido capaz de leerte todas estas 100 recomendaciones, lo cual roza el masoquismo, pero por lo que te estamos muy agradecidos.
Sea cual sea tu decisión de cómo pasar el Verano, te deseamos que lo disfrutes al 100%.
Vía / gráffica